La Reflexología se viene practicando desde la antigüedad. La Reflexología Podal es la más practicada con diferencia, dando buenos resultados en muchas dolencias. Se trata de la práctica de una forma de masaje concreto sobre zonas muy concretas de los pies, tanto plantas como dorso y zonas laterales, destinadas a aliviar determinados tipos de dolencias.

La Reflexología Podal tal como la conocemos hoy en día fue descrita por Eunice Ingham a principios del siglo XX¹. Aunque su practica es anterior ella fue la primera en describir las llamadas zonas reflejas de los pies y en escribir también varios libros sobre la práctica de la Reflexología Podal. Sobre cómo es posible que la Reflexología actúe también se ha escrito mucho, sin embargo la explicación más plausible es la que afirma que es a través de las terminaciones nerviosas que existen en la planta de los pies lo que la hace tan eficaz sobre todo en ciertos problemas². En cualquier caso cualquiera que haya probado una sesión de Reflexología Podal sabe que la sensación que se consigue al finalizar la sesión es, por norma general, de un completo bienestar, más allá de cualquier teoría la experiencia directa nos dice que, al menos, la Reflexología es un método eficaz para combatir las tensiones y experimentar un cierto estado de paz y apacibilidad.